Al principio dudaba si utilizar un negocio local en lugar de una consigna estandarizada, pero el "Angel", cerca de Waverley, era magnífico: una pequeña tienda de regalos de alta gama. El personal se ocupó de mi equipaje con sumo cuidado, asegurándolo inmediatamente detrás del mostrador en una zona exclusiva para el personal, lo que confirma su compromiso con la seguridad. La facilidad del proceso de reserva, desde la búsqueda hasta el pago, fue fenomenal; el hecho de no tener que medir o pesar mis maletas de formas extrañas fue una gran ventaja después de tener que lidiar con las restricciones de las aerolíneas. Este modelo asequible y de confianza es precisamente lo que necesita el viajero moderno. Cinco estrellas por su comodidad, seguridad y excepcional servicio al cliente.